Cómo invertir en Cedears según los consejos de Warren Buffet

Seguir las estrategias de cabecera del gurú de las finanzas permitirá armar una cartera de inversión para replicar el principal índice accionario americano.

Educación Financiera Por: Aldana Reinoso 22 de febrero de 2021
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Los rendimientos en las acciones americanas están mostrando ser realmente elevadas, lo cual atrae a inversores con poco conocimiento de mercado a comprar esta clase de activos. Muchos piensan que las rentabilidades pasadas pueden replicarse en el futuro, lo cual es un error típico y puede llegar a grandes desilusiones a la hora de invertir. Para aquellos que se inician y buscan darle rentabilidad a sus portafolios en el mediano y largo plazo, existe una estrategia de inversión aplicada por el conocido inversor Warren Buffet y que permite poner en piloto automático a sus carteras, evitando cometer errores de corto plazo y mirando siempre al largo plazo. Los inversores en Cedears pueden aplicarla.

Generalmente, las inversiones en acciones suelen ser posicionamientos de mediano y largo plazo, al menos de entre 1 a 3 años. Naturalmente también existen los inversores más experimentados que buscan ganarle al mercado, comprando y vendiendo acciones en periodos más cortos. Sin embargo, este trabajo lleva tiempo y dedicación, además de experiencia y conocimientos para saber cuando comprar y cuando vender. En definitiva, puede salir mal y el inversor puede perder dinero.

Ahora bien, para aquellos inversores que buscan comprar acciones para mantener en el mediano y largo plazo, el desafío más importante es saber cuándo y cuánto comprar en cada momento del mercado. La volatilidad hace que, si el inversor decide comenzar a invertir el 100% de su capital en un punto en el que las acciones se encuentran caras o llega a ocurrir un evento como el coronavirus que desplomó el valor de las compañías en cuestión de meses, el capital que puede llegar a perder el inversor puede ser importante e incluso puede afectar su patrimonio.

En este escenario, uno de los mejores inversores en Wall Street en toda la historia, Warren Buffett señaló que el mejor libro de finanzas que jamás leyó fue "El Inversor Inteligente", escrito por Benjamín Graham, el cual es conocido como el más importante operador de todos los tiempos en Wall Street.

En su libro, Graham dividió a los inversores por distintas categorías y catalogó a uno de ellos como "el inversor defensivo", el cual puede ser más cauteloso, tener menores recursos o bien menores conocimientos de mercado. A este inversor le propone, entre otras cosas, una estrategia de inversión eficiente para ser un inversor inteligente conocido como "técnica del promedio del coste monetario".

Para un inversor defensivo, el óptimo seria disponer de una cartera en la que hayan 50% acciones de primera categoría y 50% en bonos. Sin embargo, nunca debía tener menos del 25% en acciones y nunca más del 75% en renta variable de primera categoría.

Si este inversor lograba ahorrar todos los meses u$s 1000, debería comprar esa cantidad en acciones americanas. Graham proponía comprar acciones mediante un fondo de inversión que replique el S&P500, y en la actualidad esto se puede lograr mediante la adquisición de ETF que replican el índice (SPY).

La clave para armar una cartera de largo plazo es la de comprar siempre acciones. Cuando el mercado caía, en realidad era una buena noticia para el inversor ya que si bien afectaba a su posición actual, dicha baja le permitía a su vez comprar más barato. Es decir, las bajas, lejos de ser un factor que debía asustar al inversor, debía ser visto en realidad como una buena noticia y una oportunidad de mediano y largo plazo.

De esta manera, al comprar todos los meses, el inversor promediaba su posición de largo plazo, sabiendo que había momentos en los que podía estar comprando caro y otros en los que podría estar incorporado acciones a un precio mas razonable. A esta técnica la llamó "el promedio de coste monetario" y en el que el inversor logra controlar permanentemente sus inversiones destinando una cuota fija a la inversión en intervalos constantes de tiempo independientemente si el mercado sube o el mercado baja, poniendo así su cartera en piloto automático.

En el punto de elevada euforia en el mercado, la compra periódica de acciones aportará un número pequeño de participaciones del ETF. No obstante en los grandes pánicos, la bolsa estará cada vez más barata y la aportación periódica será capaz de comprar mayores participaciones cuando el mercado bursátil se encuentre transitando una gran caída.

El mensaje de fondo de Graham es que si el inversor logra destinar una cantidad fija de forma periódica a la compra del índice S&P500, no caería en los errores típicos psicológicos que se producen en los extremos de mercado y nos desvincularemos de nuestro estado emocional, manteniendo la cartera en piloto automático.

Generalmente, en momentos de fuerte caída, los inversores tienden a asustarse y vender en medio del pánico. A su vez, cuando sube mucho el mercado, los inversores menos experimentados suelen acompañar el humor del mercado y se lanzan fuertemente a invertir en acciones. Esta estrategia puede ser un riesgo y por ello es que Graham propone que el inversor pueda poner en piloto automático a sus inversiones, desentendiéndose de la psicología del inversor y del mercado y poner en piloto automático su cartera, dando una mejor rentabilidad a largo plazo.

Los números

La firma estadounidense de investigación financiera Ibbotson Associates analizó con la técnica del promedio coste monetario, qué hubiera sucedido si un inversor hubiera aportado u$s 100 mensuales, frente a invertir el monto total de u$s 12.000  en un marco temporal de diez años englobando el periodo desde 1929 hasta 1939.

La conclusión de la firma fue que "si un inversor hubiera destinado u$s 12.000 a un fondo que replicara al S&P 500 al final de los 10 años el valor de su cartera sería de u$s 7.223 con una revalorización del -39%. Por otra parte, aplicando la técnica de Benjamin Graham de promediar el coste monetario, destinando u$s 100 todos los meses, el importe final sería de u$s 15.571, una revalorización del 29%. Entre ambas inversiones hay nada más y nada menos que una diferencia de 50 puntos porcentuales y muestran cómo esta práctica es capaz de batir a uno de los periodos bursátiles más convulsos de la historia".

Si vamos más al corto plazo, vemos que desde 2018 a la fecha, el mercado americano subió 39%, registrando una baja del 6% en 2018, un avance del 28,8% en 2019 y del 16,5% en 2020. En el medio, existieron periodos de fuerte volatilidad como la vista hace un año, en el que el mercado colapso un 34% en dos meses o como la vista a finales de 2018 en el que el mercado retrocedió un 20%.

De punta a punta el mercado ganó un 39%. Sin embargo, si el inversor llevaba a cabo sus inversiones aportando una cuota mensual fija obtenía un rendimiento del 29%, sabiendo que había momentos en los que podía comprar más caro y otros más baratos.

Una estrategia superadora incluso podría ser que el inversor compre acciones todos los meses aunque su cuota mensual sea menor cuando crea que las acciones estén más caras y que luego sea más agresivo en la compra de acciones en momentos en el que las acciones luzcan más baratas y así mejorar el promedio de su posición de largo plazo.

¿Cómo replicar el S&P500?

Claramente esta estrategia solo sirve para mercados que apuntan al desarrollo en forma permanente. Sabemos que el mercado se mueve en forma serruchada y con volatilidad, evidenciando fuertes subas y fuertes bajas. Sin embargo, a largo plazo el mercado apunta siempre al alza, y de hecho, actualmente el S&P500 se encuentra operando en zona de máximos históricos. El inversor local puede aplicar esta estrategia armándose una cartera con Cedears.

Manuel Carpintero, portfolio manager de Nash Inversiones, entiende que luce recomendable armar una cartera para replicar el S&P, sobre todo para aquellos que busquen una cartera más pasiva (buy & hold) sin tener riesgo activo, es decir, para no sub ponderar o soberponderar sectores del índice.

"Para replicar el S&P me parece que lo más acertado es mirar la ponderación que tiene cada sector en el índice y buscar copiarla. Es decir, la ponderación por acción va a ser distinta, ya que no hay Cedears de las 500. Pero buscaría replicar la ponderación sectorial. Luego, ver qué papeles disponibles hay en cada sector y tratar de representar el sector con los Cedears más ponderados de cada uno. No es una forma perfecta, pero creo que el foco está en tener exposición lo más similar posible por sector", señaló el especialista.

Los analistas de Cohen diseñaron una cartera para poder replicar el índice S&P500 mediante la inversión en Cedears. De esta manera, se crea un portafolio que dependerá de la evolución del contado con liquidación y que también fluctuará similar a lo que ocurra con el principal índice de referencia de Wall Street, es decir el S&P500.

"Nuestra cartera recomendada busca replicar su rendimiento con acciones de empresas líderes que forman parte del índice mencionado y se encuentran disponibles en el mercado argentino. La cartera se compone de 17 Cedears que cuentan con elevada liquidez y diversificados entre negocios cíclicos, estables y en crecimiento de Estados Unidos", explicaron desde Cohen.

La cartera consta de invertir 8,2% en Microsoft, 8,2% en Intel, 7,5% en Apple, 7,6% en Google y 8,3% en Amazon. De esta manera, el inversor se posiciona en casi 40% del portafolio en acciones de crecimiento. Para replicar el S&P500, desde Cohen además aconsejan posicionar un 29% en acciones de negocio estable, es decir, en Cedears de Johnson & Johnson (7,6%), Pfizer (7,3%), WalMart (6,3%), Procter and Gamble (3,6%), y Coca Cola (4,1%).

El restante 31% de la cartera debería ser invertida en acciones de sectores cíclicos para que pueda replicar de cerca el S&P500. Así, aconsejan invertir el 6,1% en Citigroup, 8,8% en JP Morgan, 2,4% en AT&T, Boeing (3,9%), General Electric (4,6%), Exxon Mobil (2,8%) y US Steel (2,6%).

 

 

 

 

 

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