Las criptomonedas no pueden reemplazar a los bancos

Las esperanzas financieras puestas en las monedas virtuales se basan en un malentendido sobre cómo se crea el dinero.

Educación Financiera Por: Aldana Reinoso 03 de marzo de 2021
602d0df539cee_700_387!

El miércoles pasado, durante varias horas, los servicios digitales que utiliza la Reserva Federal de Estados Unidos para compensar las transferencias entre bancos dejaron de funcionar debido a un "error operativo". Los tenedores de bitcoins se jactaron de la confiabilidad de su red de pagos, distribuida entre todas las computadoras que minan monedas. Zac Prince, CEO de BlockFi, una compañía de préstamos en criptomonedas, se mostró más medido y se limitó a señalar en Twitter que los pagos a través de criptodivisa "continúan operando con normalidad".

Un argumento a favor de la compra y tenencia de bitcoins es que las criptomonedas acabarán reemplazando a los mismos bancos, porque ya no serán necesarios sus servicios de almacenamiento y transferencia de dinero. Esto, a su vez, hará que los bitcoins sean tan valiosos que reemplazarán a los dólares "sucios" como moneda, dejando a quienes tengan bitcoins en posesión del único dinero real.

 Retener cualquier activo con la esperanza de que se convierta en dinero es, sin duda, una estrategia de inversión a largo plazo. Pero también muestra una comprensión errónea de cómo funcionan los dólares, y de quién los crea en este momento. La mayor parte de lo que actualmente funciona como dinero en Estados Unidos y en cualquier economía desarrollada no procede del gobierno. Proviene de los bancos comerciales. Los bancos no se limitan a retener dinero o a transferirlo. Lo crean.

Ese malentendido es tan generalizado que en 2014 el Banco de Inglaterra publicó un paper, La creación de dinero en la economía moderna, para aclarar las cosas. Los libros de texto universitarios enseñan que los bancos captan depósitos y luego los prestan. Eso es exactamente al revés, explicó el Banco de Inglaterra. Un banco comercial decide primero si te otorga el préstamo y luego recarga el saldo de tu cuenta. Esa recarga es dinero crediticio totalmente nuevo.

El llamado dinero "fiduciario", del que se burlan los defensores del bitcoin, suele definirse como la moneda emitida por el gobierno sin respaldo de un activo como el oro. Pero gran parte del dinero fiduciario, que utilizamos para fines como el pago de impuestos, es en realidad un montón de préstamos, regulados por los gobiernos pero otorgados por los bancos comerciales.

La creación de dinero crediticio nuevo es un buen negocio, por lo que, siglo tras siglo, la gente ha encontrado nuevas maneras de otorgar préstamos. La historiadora estadounidense Rebecca Spang señala en su libro Stuff and Money in the Time of the French Revolution (Cosas y dinero en tiempos de la Revolución Francesa) que la monarquía de la Francia prerrevolucionaria, para eludir las leyes de usura, aceptaba pagos únicos de los inversores y los devolvía en rentas vitalicias. En Estados Unidos del siglo XXI, las instituciones financieras no bancarias evitan las regulaciones. Los préstamos se producen. No se puede dejar de prestar. No se  puede detener el crédito con la computación distribuida, o con una estaca en el corazón. Las ganancias simplemente son demasiado elevadas.

Esto es algo que los inversores que giran alrededor del bitcoin ya entienden. Tomemos el ejemplo de BlockFi de Prince. La compañía está lanzando una tarjeta de crédito mediante un joint venture con Visa. La tarjeta recompensa los consumos con bitcoins, en vez de millas aéreas. Las compras, sin embargo, se pagan con un préstamo al consumo, como cualquier otra tarjeta de crédito.

Nexo, otra empresa de criptofinanzas, prestará dinero fiduciario contra bitcoins, con una relación préstamo-valor del 60%. Ese préstamo es dinero crediticio totalmente nuevo. Asimismo, Kraken Financial, el primer criptobanco regulado, permitirá a sus clientes operar con una cuenta de margen en la que les prestará parte del precio de compra de una moneda.

El lenguaje de estas compañías es totalmente revolucionario. BlockFi promete el "futuro de las finanzas". Coinbase, una bolsa de criptomonedas que la semana pasada presentó sus planes para salir a la Bolsa, quiere "crear un sistema financiero abierto para el mundo". Sin embargo, lo que en realidad parecen hacer todas es ganar comisiones e intereses por los préstamos. Fabrican dinero crediticio fiduciario. ¿Por qué no lo harían? Es un buen negocio.

El bitcoin está resultando ser una buena manera de reforzar el sistema que ya tenemos. Hay mucho de este sistema que funciona mal. La oferta de dinero crediticio puede ser inestable, porque los bancos dejan de otorgar préstamos cuando hay recesión, justo cuando la gente más los necesita. Hay pocos incentivos para que concedan créditos baratos a las personas que necesitan pequeños montos. Sin embargo, hasta el momento los bitcoins no parecen haber hecho algo para arreglar esas cuestiones, y no está para nada claro cómo lo harán.

La tarea de hacer que el dinero crediticio fiduciario sea mejor para todos es sólo eso: una tarea. Requiere de una regulación paciente. Hay que salir al mundo y conocer personas que están fuera del sistema financiero, y luego alentar a las entidades de préstamos para que ofrezcan productos que las atraigan. Hay que mantener una ardua negociación con quienes obtienen grandes ganancias prestando dinero. Nada de esto ocurrirá de por sí sólo porque haya un nuevo activo en el mundo. Quienes otorgan crédito en bitcoins prometen algo así como un nuevo partido político: ¡dinero sólido para el pueblo! Sin embargo, hasta ahora parecen ser sólo otro grupo de banqueros.

Te puede interesar