El BCRA emitió $1,33 billones solo para el pago de intereses en 2021

Se trata de la emisión que “no se ve” pero que pesa y cada vez más. Está vinculada con el stock de Leliq y de Pases que ya supera ampliamente los 12 puntos del Producto Bruto Interno.

Política Por: Aldana Reinoso 06 de enero de 2022
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Se están terminando de cerrar los números del año pasado y si algo es insoslayable es el costo de la pesada deuda que sigue acumulando el BCRA. En 2021 solo por el pago de intereses y “otras yerbas” el BCRA emitió la friolera de más de $1,33 billones. Esto representa más de 3 puntos del PBI. Con relación al año anterior, el primero de la pandemia global, este monto implica un aumento del 85%, o sea, más de 611.000 millones.
Sería muy simplista comparar/criticar el costo anual de las Leliq y Pases en términos de escuelas, hospitales, caminos, rutas, salarios, planes, etc. Lo cierto es que el tamaño que ha alcanzado la deuda remunerada del BCRA, bajo el comando de Miguel Pesce, es realmente inquietante.
 

Entre Leliq y Pases ya hay casi $4,8 billones (de los cuales más del 61% son Pases). Esto equivale a más de 11 puntos del PBI, amén que la inflación licue el stock. Es más, al analizar el panorama monetario completo del BCRA en 2021, la emisión monetaria para hacer frente al pago de los intereses de la deuda remunerada fue prácticamente igual a la contracción monetaria vía Pases. De modo que es como el perro que persigue su cola, una especie de retroalimentación. Ya que para pagar intereses se terminan emitiendo más Leliq y Pases y así sucesivamente.

Claro que en este intríngulis de financiar con emisión gran parte del déficit fiscal, cada vez se le hace más cuesta arriba al BCRA esterilizar colocando deuda (Leliq y Pases) por lo que los pasivos remunerados del Central resultan monetariamente expansivos como lo fueron en septiembre, noviembre y diciembre. Esto plantea serias dudas sobre la capacidad futura del BCRA de colocar deuda. Tampoco debe soslayarse que esto es parte o la contracara de otro problema. Pero dada la magnitud alcanzada es para estar bien atentos.

Cuando empezó la crisis del gobierno de Macri el pago de intereses del BCRA no superaba los $132.000 millones en 2018 (vale señalar que en 2017 fue de $23.000 millones). Un año después escaló a nada menos que $693.000 millones. Claro que el stock de deuda remunera alcanzó a fines del 2019 casi los $1,2 billones. Al año siguiente, ya bajo al gestión de Fernández el pago de intereses pasó en 2020 a $722.000 millones pero el stock de deuda remunerada trepó a $2,8 billones. No explotó todo por los aires porque las tasas a las que se remuneran las Leliq y los Pases fueron un tercio de las que imperaban en la gestión de Macri en sus últimos años.

Hoy con un stock de casi $4,8 billones cualquier ajuste en las tasas que cobran las Leliq o los Pases implica seriamente un fuerte aumento en el pago de intereses y por ende más emisión por tal concepto. De modo que el manejo de la tasa de política monetaria, que impone que el resto de las tasas pasivas se sumerjan por debajo de la inflación, o sea, sean negativas en términos reales es un tema clave, y que está seguramente en el menú de la negociación con el FMI.

Como reza la canción, “desde lejos no se ve” pero esta emisión que “no se ve” es cada vez más problemática. En una economía anémica de crédito destinar $1,3 billones al pago del déficit cuasi fiscal es, digamos, políticamente “incorrecto”. Pero muchas alternativas no hay, salvo hacer los deberes. Tarde o temprano. Con o sin Fondo.