Devaluación: la inflación le suma presión al BCRA, pero el contexto externo aún sopla a favor

El Banco Central aceleró el ritmo de crawling peg, pero sigue estando debajo de la suba de precios. El contexto externo, de momento, representa un alivio pero en el mercado esperan que el IPC se mantenga por encima del 3,5% al menos durante el primer semestre.

Política Por: Aldana Reinoso 16 de febrero de 2022
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La inflación del 3,9% le suma presión al Banco Central (BCRA). Para cumplir con su compromiso de no retrasar el tipo de cambio, acomodando el ritmo de crawling peg para que este no le pierda pisada al avance de los precios, tendrá que acelerar aún más la devaluación.

 
Desde que comenzó el año, el BCRA ha dado sobradas señales de acercamiento al Fondo Monetario Internacional (FMI). Subió la tasa de interés del 38% al 40%, y elevó también el ritmo de crawling peg de manera sustancial. Pero aun así, el contexto luce cada vez más desafiante.

El esfuerzo parece, por ahora, insuficiente. Desde octubre, pero con mayor fuerza en las dos últimas semanas, la entidad que preside Miguel Pesce aceleró el ritmo de depreciación del tipo de cambio oficial.

La tasa de devaluación promedio de la semana pasada escaló al 42% (TEA), muy por encima del ritmo de 10% que se evidenciaba en septiembre del año pasado.

Los analistas de Buenos Aires Valores (BAVSA) remarcaron en un informe reciente que desde pasadas las elecciones, el Central fue progresivamente aumentando el crawling peg del dólar oficial.


"Desde una tasa mensual de entre 1% y 1,2% (13,3% al 14,7% TEA), el deslizamiento del dólar oficial fue incrementándose hasta que, en lo que va de febrero, alcanzó una tasa mensualizada de 2,85% (TEA 41,2%)", comentaron desde la compañía.

Pese a ello, la elevada inflación le pone un piso alto al BCRA para evitar que el dólar se atrase. Es que el mercado espera que el avance de precios se mantenga en niveles similares al registro de enero al menos durante el primer semestre del año. El último Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM), de hecho, reflejó que los analistas prevén que la inflación mensual se mantenga por encima del 3,5% al menos hasta julio. 

Los analistas de Cohen también afirmaron que esperan la suba de los precios se mantenga alta en los próximos meses.

"La inflación minorista se mantiene muy elevada y en línea con nuestras estimaciones. Con los ajustes previstos en algunos precios regulados, así como en otros precios estacionales, nuestras expectativas apuntan a que en febrero y marzo el IPC nacional tendrá una dinámica superior, previendo un alza mayor al 4% por mes", dijeron.

LA INFLACIÓN DE ENERO PONE MÁS PRESIÓN


Para evitar que el tipo de cambio se atrase, y contemplando la inflación de enero de 3,9%, el BCRA deberá acelerar todavía más el ritmo de devaluación.

Aun con el mayor ritmo devaluatorio reciente, el Central está dejando correr al dólar a una velocidad que no supera el 2,5% mensual (TEM). Es decir, la inflación continúa superando al ritmo de crawling peg mensual. 

 "El BCRA comenzó, desde noviembre de 2021, a acelerar marginalmente la tasa de devaluación del dólar mayorista, aunque por el momento esta se mantiene por debajo de la inflación", coincidió Juan Manuel Franco, economista de Grupo SBS.

Los analistas de Delphos Investment resaltaron que a la elevada inflación, que se encuentra consolidada por encima del 50% interanual, se le suman más riesgos de aceleración por ajustes en las tarifas y combustibles en el primer semestre. Por lo tanto, desde la consultora esperan una postura hawkish por parte del BCRA.

 
"En este escenario esperamos que el Banco Central disponga una suba de la tasa de política monetaria (hoy en 40% TNA) de 200 puntos básicos y continúe acelerando la depreciación del tipo de cambio oficial, que todavía se encuentra deslizándose por debajo del 3% mensual", comentaron.

Por su parte, Mateo Rescihini, senior research analyst de Inviu, remarcó que el BCRA ya viene acelerando el ritmo devaluatorio y en busca de acercarse a la inflación.

"El BCRA está acelerando la devaluación del tipo de cambio. Es decir, estamos en pleno incremento del ritmo y todavía el impulso actual no parece haber terminado. Dado que el año pasado, no vimos una suba igual entre el dólar y la inflación, creo que este año el BCRA tendrá como objetivo corregir eso. Estamos en un promedio de las últimas cinco ruedas en el orden del 3% efectivo mensualizado, por lo que estamos yendo hacia niveles de la inflación", comentó.

Por otro lado, Reschini resaltó que gracias a los términos de intercambio y el nivel actual del tipo de cambio real evitan de que el BCRA tenga que ser todavía mucho más agresivo en la suba del dólar.

"No veo que haya una situación en la que se demande una corrección inminente en el tipo de cambio. Las condiciones internacionales camuflan la necesidad de una devaluación mayor. La inflación en el corto plazo parece no tener mucho respiro y creemos que el BCRA dejará correr el dólar gradualmente para intentar llegar a ese nivel", afirmó el analista de Inviu.

El trader de bonos de un banco local advirtió que al BCRA le va a costar llevar el ritmo de devaluación al 4% mensual.

"Hoy la devaluación está corriendo debajo del 3%. En un escenario de aceleración devaluatoria y sin plan económico, el riesgo radica en que se vaya todo a precios. No luce sostenible en la medida que no haya un plan económico complementario. La suba del dólar tiene riesgos de que se siga yendo todo a precios", advirtió.

EN RIESGO LA COMPETITIVIDAD

El desafío que enfrenta el BCRA es el hecho de que, si no empuja al dólar a subir al ritmo de la inflación, la Argentina queda cara en términos internacionales, es decir, pierde competitividad. 

La pérdida de competitividad y las potenciales menos exportaciones es un riesgo contemplando la necesidad del Central de tener que acumular divisas en medio del acuerdo con el FMI.

Juan Manuel Franco, economista de Grupo SBS, coincide en que, si bien el BCRA aceleró el ritmo de devaluación, por ahora el mismo se mantiene debajo de la inflación.

"La utilización del ancla cambiaria a lo largo de 2021 implicó un deterioro en la competitividad de Argentina debido a la fuerte apreciación del tipo de cambio real durante el año. Esto es algo que pudo llevarse a cabo en parte gracias a las muy buenas condiciones externas, en particular en lo que hace a los precios de los commodities que exporta el país", comentó Juan Manuel Franco.

En relación a los términos de intercambio y de la competitividad que pueda tener la Argentina, Juan Manuel Franco advierte que la incógnita pasa por si mantener el tipo de cambio real actual será suficiente para apuntalar el ingreso de dólares de las exportaciones a la vez que desincentive el exceso de demanda de importaciones, fenómeno que además es potenciado por la elevada brecha cambiaria.

 

"La Argentina se ve hoy favorecida por el contexto de alta inflación de Estados Unidos y la fuerte apreciación del real brasileño en las últimas semanas, que ´ayudan´ a que el ritmo de devaluación necesario del peso argentino respecto al dólar pueda ser menor que la inflación argentina. De todas formas, la clave pasará por elaborar reglas de juego claras en el plano cambiario que permitan la sostenida acumulación de reservas para fortalecer el frente externo", comentó.