Los futuros de la soja de la Bolsa de Chicago subían este jueves, impulsados por la disminución de la producción de América del Sur y las constantes ventas de exportación de Estados Unidos. De esta manera, el contrato de soja más activo superaba otra vez los u$s600 por tonelada.
Los futuros del trigo y el maíz en Chicago bajaron antes del informe mensual sobre oferta y la demanda mundial del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), que se publicará el viernes y que se espera que refleje el posible impacto de la guerra en Ucrania y las tendencias de siembra en Estados Unidos.
 

La producción de soja en América del Sur a sigue disminuyendo porque la región se ha visto afectada por problemas meteorológicos a principios de la temporada de cultivo.

La CONAB de Brasil recortó su estimación de producción de soja a 122,431 millones de toneladas desde la anterior de 125,471 millones, y bajó su previsión de exportación a 77 millones de toneladas desde 80,1 millones.

El USDA ha sido conservador en su rebaja de la cosecha brasileña, pero se espera que la recorte en el informe del viernes.

"Veremos si el USDA se pone un poco más agresivo mañana... y recorta la cosecha de soja brasileña", dijo Jeff French, propietario de Ag Hedgers.

Los exportadores estadounidenses vendieron 1,099 millones de toneladas de soja en la semana terminada el 31 de marzo, en línea con las estimaciones, pero un descenso de casi el 40% respecto de la semana anterior y la misma del año pasado, dijo el USDA.

"Seguimos viendo un poco de demanda, pero nada de lo que pensábamos. Eso está limitando un poco nuestras ganancias", dijo Karl Setzer, analista de riesgo de materias primas en Agrivisor.

Los futuros de maíz a plazos cercanos bajaban a medida que las nuevas cosechas se fortalecían, mientras que el clima húmedo y frío ralentiza la siembra temprana en el este de Estados Unidos.

Exportadores estadounidenses vendieron 927.600 toneladas de maíz y 379.300 toneladas de trigo, en línea con las expectativas de los analistas.

Los futuros del trigo estadounidense siguen estando apuntalados por los cultivos de invierno afectados por la sequía en las Grandes Llanuras de Estados Unidos y por la guerra en Ucrania.