FMI: la creciente deuda privada frenaría la recuperación global

Un estudio del organismo advierte la situación y realiza algunas recomendaciones a los gobiernos a la hora de subir las tasas de interés. También aconsejan mejorar mecanismos de reestructuraciones.

Política Por: Aldana Reinoso 19 de abril de 2022
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Al igual que el día después de un tsunami, con la pospandemia ocurre algo parecido, ya que con el transcurrir de los meses van emergiendo los daños, los riesgos y todo lo que deja la catástrofe. Es cierto que los gobiernos lograron aliviar el daño socio-económico de consumidores y empresas al proporcionar abundante liquidez vía garantías crediticias, préstamos en condiciones favorables y moratorias en el pago de intereses. Y si bien estas políticas fueron efectivas para respaldar los balances, también dieron lugar a un fuerte aumento de la deuda privada, extendiendo un aumento constante del apalancamiento impulsado por las condiciones financieras favorables desde la crisis global del 2008.
Según datos del FMI, la deuda privada mundial aumentó un 13% del PBI mundial en 2020, más rápido que el aumento observado durante la crisis financiera mundial y casi tan veloz como la deuda pública. ¿Por qué tanta inquietud con este tema? En un reciente estudio del Fondo, los economistas Albrizio, Das, Koch, Natal y Wingender, estimaron que “los niveles recientes de apalancamiento podrían desacelerar la recuperación económica en un promedio acumulado del 0,9% del PBI en las economías avanzadas y del 1,3% en los mercados emergentes durante los próximos tres años”. De modo que desde el Fondo presidido por Kristalina Georgieva, alertan que el aumento récord de la deuda privada podría ralentizar la recuperación económica, aunque el lastre para el crecimiento variará entre países y dentro de ellos.

De ahí que estos economistas hacen dos advertencias o recomendaciones. Por un lado, alertan que a medida que las economías se recuperan y la inflación se acelera, “los gobiernos deben tener en cuenta el impacto del endurecimiento de la política fiscal y monetaria en los consumidores y empresas más presionados financieramente al determinar el ritmo de salida de las políticas de apoyo extraordinario”. Al respecto, el estudio estima que un endurecimiento inesperado de 100 puntos básicos reduciría la inversión de las empresas más apalancadas en 6,5 puntos porcentuales acumulados durante dos años, 4 puntos más que para las empresas menos apalancadas. Y por otro lado, consideran que “las autoridades también deberían mejorar los mecanismos de reestructuración e insolvencia (a través de una reestructuración extrajudicial específica, por ejemplo) para promover una reasignación rápida de capital y mano de obra hacia las empresas más productivas. De manera similar, puntualizan que si las grandes deudas de los hogares amenazan la recuperación, los gobiernos deberían considerar programas de reestructuración de deuda rentables destinados a transferir recursos a personas relativamente vulnerables que tienen más probabilidades de gastar sus ingresos. Estos programas deben, por su diseño, buscar minimizar el riesgo moral”.

Los economistas del Fondo explican que el lastre pospandémico sobre el crecimiento podría ser mucho mayor en países donde: el endeudamiento está más concentrado entre los hogares financieramente presionados y las empresas vulnerables; el espacio fiscal es limitado; el régimen de insolvencia es ineficiente; y la política monetaria debe endurecerse rápidamente. Señalan que los hogares de bajos ingresos y las empresas vulnerables (negocios altamente endeudados y poco rentables que luchan por pagar los intereses) suelen ser menos capaces de soportar un alto nivel de deuda. “Como resultado, es probable que realicen recortes más drásticos en el consumo y el gasto de inversión en el futuro”, advierten. Por lo tanto, esperan que el lastre para el crecimiento futuro sea mayor en los países que experimentaron los mayores aumentos de endeudamiento entre los hogares de bajos ingresos y las empresas vulnerables durante la pandemia. Por ejemplo, los consumidores de China y Sudáfrica experimentaron los mayores aumentos en los índices de endeudamiento de los hogares entre los países para los que se dispone de datos detallados. Pero la experiencia de los hogares en estos dos países fue muy diferente: en China, el apalancamiento aumentó más entre los hogares de bajos ingresos, mientras que los hogares con ingresos más altos representaron la mayor parte del aumento en Sudáfrica. Mientras que entre las economías avanzadas, los hogares de bajos ingresos en EE.UU., Alemania y el Reino Unido experimentaron aumentos de la deuda comparativamente mayores que los de Francia e Italia, donde el apalancamiento de los hogares más pobres disminuyó.

“Para evitar que un endurecimiento rápido de la política monetaria provoque perturbaciones importantes y potencialmente duraderas, las autoridades deben prestar mucha atención a los acontecimientos adversos en el sector financiero”: esto es especialmente importante en países donde una ola de quiebras en sectores muy afectados por la pandemia podría extenderse al resto de la economía. Los gobiernos de estos países podrían incentivar la reestructuración sobre la liquidación y, cuando sea necesario, extender el apoyo a la solvencia.