Por la sequía, se atrasa la siembra de trigo y cebada

La falta de combustible frena los avances de la cosecha restante 21/22. Se mantiene la tendencia declinante del maíz. Comenzaron las protestas y bloqueos camioneros. Agricultura en el Congreso. La Mesa de Enlace volvería a reunirse.

Agronegocios Por: CPN Guillermo F. Williams 24 de junio de 2022
trigo_5a4d2da8_1200x1200
trigo_5a4d2da8_1200x1200

Con un alarmante avance de las condiciones de sequía en buena parte de la región productiva agrícola, los datos muestran que sigue atrasándose la siembra de trigo, del cual aún falta cubrir casi el 50% de la superficie que fue estimada originalmente en alrededor de 6,7 millones de hectáreas (similar a la campaña 20/21), aunque podría caer en cerca de un millón de hectáreas si no hay un cambio inmediato en las condiciones de humedad. Algo similar está ocurriendo con la cebada, cuya siembra avanzó apenas un 30%. Ambos cultivos de invierno concentran las principales expectativas oficiales, ya que sus exportaciones se inician sobre fin de año, ingresando divisas en los primeros meses del año. Y, mientras los pronósticos siguen adelantando temperaturas por debajo de los promedios, igual que las lluvias, tampoco se puede completar la cosecha de maíz debido a la alta humedad que todavía presentan los granos. La superficie a recolectar ronda el 40% de la estimación de siembra, y el dato saliente es la caída promedio de rendimiento que se está registrando en muchos lotes de estas aproximadamente 4 millones de hectáreas restantes. El dato no es menor ya que de mantenerse la tendencia el resultado final podría sufrir un nuevo recorte sobre las 49 millones de toneladas, calculadas previamente. Según la Bolsa de Comercio de Rosario, este cultivo y la soja apenas estarían superando los 90 millones de toneladas contra los 97-98 millones del ciclo anterior.

Mientras comienzan las protestas de transportistas acuciados por la falta de gasoil, y más aún, por los precios extraordinarios que se pagan en muchas localidades para conseguirlo (algunos hablan ya de más de $250-300/litro), los productores y contratistas también enfrentan el aumento de costos por el combustible, más aún, cuando la seca obliga a bombear por falta de viento para los molinos. Otro sector que también se está viendo muy comprometido es el tambo que venía con una situación algo mejor a la del año pasado. De hecho, según el último informe de AACREA, la producción del primer cuatrimestre ascendió a 3.425 millones, muy similar a la de igual lapso de 2021 y, aunque el principal insumo: el maíz, sigue en cotizaciones por sobre la media, los precios recibidos por la producción en mayo fueron de $45, 52 contra los $43,4/por litro de abril.

Mientras trascendía en el sector un eventual encuentro de la Mesa de Enlace el próximo miércoles 29 (que respondería a la creciente presión de “las bases”), y en la que se definiría la situación actual del sector, los problemas que atraviesa y las medidas a adoptar por las entidades, entre los lecheros destacaron que aunque se estuvo recomponiendo algo de precio y rentabilidad, ahora se está compitiendo muy fuerte con los alquileres agrícolas y entrando a la etapa del año de menor producción. Además, si bien los precios internacionales mejoraron, comenzó a caer la demanda interna, mientras que los problemas de energía afectan especialmente por los mayores costos que implican el frío y la mecanización de los tambos. Simultáneamente a esto, se producía un encuentro en la Comisión de Agricultura del Congreso, a la que concurrió el titular de Agricultura, Julián Domínguez, con buena parte de su gabinete, y también fue invitado el Consejo Agroindustrial Argentino. Allí se “analizaron los temas que integrarán la agenda legislativa del 2022”, según comunicaron, comenzando por la Ley de Promoción Agroindustrial, que ya lleva más de un año y medio comprometida, pero sin que haya sido aún abordada en el Congreso (en parte, por la demora para poner en marcha las comisiones). Además de esto, Domínguez mostró su interés por la Ley de Semillas (hasta ahora resistida por algunas entidades), por la de Warrants, y por el Plan de Desarrollo Cooperativo. Igualmente, la cantidad de periodistas que colmaba la sala aledaña pudo escuchar también algunas definiciones clave, como que “en 7 a 12 días más estarán listas las operaciones de corte con biodiésel”; que “ya se compraron 30 millones de toneladas de gas oil (que se sumarán al biodiésel)”; que “no va a faltar combustible ni para la siembra, ni para la cosecha”, y que “los derechos de exportación para trigo, maíz y soja hasta 2023, van a ser los que están”. También hubo varios intercambios de temas puntuales como el IVA técnico, el caso del arroz, o la situación crediticia de los productores que aún tienen soja para vender, que Domínguez se comprometió a revisar.