"No sobra nada": Argentina sufre por el trigo tras bonanza del año anterior

Agronegocios Por: CPN Guillermo F. Williams 29 de junio de 2022
trigo_5a4d2da8_1200x1200
trigo_5a4d2da8_1200x1200

En junio del año pasado los productores agrícolas soltaban sus sembradoras en los campos de Argentina con el objetivo de producir lo que desde el principio de la campaña 2021/22 distintos especialistas auguraron: la cosecha de trigo más grande de la que se tuviera registro en el país.

Sin embargo, un año más tarde, en momentos en que el mundo clama por fuentes alternativas al trigo de Ucrania y Rusia, golpeado por el conflicto armado entre ambos países, la situación en Argentina es completamente diferente.

"No sobra nada", dijo el productor agrícola Juan Francisco Arregui sobre la escasa humedad que afecta la siembra del cereal.

"Esta es una campaña de trigo complicada. Para lograr la implantación y nacimiento del trigo la humedad es suficiente. Esto quiere decir que no está asegurado el cultivo del trigo. Para arrancar, arranca", explicó Arregui.

Un viento intenso y helado atraviesa Comodoro Py, en la provincia de Buenos Aires, haciendo serpentear polvo a lo largo de los caminos de tierra de la localidad donde Arregui tiene su campo y donde, según el productor, en los últimos dos meses prácticamente no ha llovido.

A solo pocas semanas de comenzada la campaña 2022/23 de trigo en Argentina, el clima ya está siendo un factor determinante.

"Estamos esperando una buena lluvia", añadió el agricultor.

"Hay que pensar muy bien qué lote sembrar. No podés sembrar en cualquier lado, tenés que asegurarte bien para lograr buenos rindes y hacer bien las cosas", dijo Arregui, que señaló que, igual que otros agricultores redujo su área dedicada al trigo por la incertidumbre climática y política y los altos costos.

La semana pasada, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BdeC) redujo por tercera vez su previsión de área de trigo por el clima seco, que estimó en 6,3 millones de hectáreas frente a los 6,6 millones iniciales y los 6,7 millones del ciclo 2021/22, que dejó unos históricos 22,4 millones de toneladas.

¿Y LAS LLUVIAS?

La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), que prevé una caída interanual del 10% en el área de trigo 2022/23 a 6,2 millones de hectáreas, señaló que en junio, un momento clave en la siembra del trigo en Argentina, la zona agrícola núcleo ha registrado las condiciones de humedad de suelo más bajas en 12 años.

En el campo de Arregui, una sembradora, también envuelta en polvo, entierra las semillas de trigo en el lote que, según el agricultor, cuenta apenas con humedad suficiente para hacer la apuesta por el cereal, algo que muchos productores ni siquiera llegarán a hacer.

La ultima estimación de cosecha de la BCR también lleva implícita la esperanza de precipitaciones: "si el clima cambia y permite contar con condiciones normales para el desarrollo del cultivo, la cosecha triguera podría alcanzar los 18,5" millones de toneladas, dijo la entidad en su reporte mensual.

Pero las previsiones climáticas no son tan benévolas.

"En el corto plazo la tendencia de lluvias sigue siendo muy escasa, no tenemos grandes eventos de precipitación. Puede haber algún fenómeno más bien aislado, acotado, pero en realidad seguimos con el patrón más bien seco", dijo el meteorólogo independiente Leonardo De Benedictis.

 

Los pronósticos más extendidos tampoco son alentadores. Según el modelo referencia ENSO de la Escuela de Clima de la Universidad de Columbia, hay un 64% de posibilidad de presencia del fenómeno La Niña entre junio y agosto. La Niña reduce el nivel de lluvias en las principales zonas agrícolas argentinas.

"Si bien es débil y desde el punto de vista meteorológico no debería ser algo catastrófico, desde el punto de vista agronómico sí es algo complicado, porque son tres años consecutivos en los cuales fuimos perdiendo humedad en el suelo", dijo De Benedictis.