Por tratar de frenar al MEP, resucitó el dólar libre y regresó una maniobra que en un sólo día dio ganancias de 7 por ciento

Hoy la jornada va a estar signada por el índice de inflación de diciembre. Economía hace de este indicador su caballito de batalla, pero ya no parece un problema en soledad, ahora debe lidiar cada día con el dólar y sin tantas reservas para hacerle frente

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El dólar se despertó y el Banco Central descubrió que, con sus intervenciones, calma a los dólares alternativos, pero enardece a la cotización libre porque posibilita ganancias inimaginables de hasta 7% diario. ¿Cómo? Arbitrando los dólares MEP contra el libre que crece en valor y montos y complica la intención de que los turistas dejen sus dólares pagando con tarjetas de crédito en las arcas del Banco Central.

Hoy el dólar libre negocia alrededor de USD 12 millones diarios, cuando hasta hace poco no sobrepasaba los 8 millones. La cifra crece. Todos los Gobiernos utilizaron intervenciones para frenar esta demanda y terminaron sepultados. El primero en caer es el consumo porque antes de gastar los billetes que se les desmenuzan en los bolsillos, la gente busca dólares. Por supuesto, va a aumentar el uso local de la tarjeta de crédito porque comprar dólares con pesos al cobrar el sueldo, para pagar la tarjeta al fin de mes siguiente, ahora es negocio.

 
La contraofensiva va a venir pronto. Los comercios van a encarecer las compras con tarjetas para privilegiar los pagos en efectivo.

A los turistas del exterior les conviene vender los dólares efectivos en el libre antes que pagar con tarjeta a la cotización del MEP. No solo ganan la diferencia de $27 por dólar sino descuentos de 10% por pago en efectivo en comercios y restaurantes. Además, no tiene riesgos de robo porque no tiene que ir hasta la cueva. En el hotel los conserjes llaman y las cuevas envían en moto los pesos para el turista a cambio de los dólares. De esos pesos, se separa la comisión para el empleado que hace de intermediario. Ir a las cuevas por cantidades superiores a USD 1.000 dólares es cuestión del pasado. Hasta hace poco un piquete paraba las operatorias de dólares porque nadie quería ir con efectivo a la city. Pero no solo sucede con los turistas. Los particulares también tienen su proveedor que no les recarga el precio por el servicio puerta a puerta.

De la mano del cepo, se realimenta el “rulo” de comprar MEP y revenderlo en el libre, porque al subir el dólar libre aumenta la demanda del MEP y atrás crece la intervención del Banco Central para contener al MEP y reforzar esa maniobra que hoy deja una ganancia de $27.000 (7%) por dólar y que si se hace a intervalos es posible eludir la fiscalización de la AFIP. Por eso no extrañaría que en un futuro no muy lejano tomen medidas para inmovilizar por un plazo mínimo en cuentas corrientes las compras en MEP.

“Si bien tiene en cartera bonos GD30, el Banco Central está usando dólares de la reserva para comprar estos bonos para hacer subir su cotización y bajar el precio de los dólares alternativos. Usa dólares que no sobran porque además de las divisas que no van a llegar por la sequía, le deben USD 8 mil millones a los exportadores. A pesar de la intervención, esta vez no pudo evitar la suba de los alternativos y lo único que consigue es subsidiar las compras de dólares”, señaló el trader Esteban Monte.

Lo cierto es que las intervenciones hicieron bajar al MEP en $3 sobre el final. El dólar terminó $1,83 (+0,6%) arriba en $327,70 y el contado con liquidación aumentó $5 (+1,5%) a $336,96. Los negocios se acercaron al récord del año: USD 246 millones.

“El libre estuvo muy picante. En Córdoba capital y Santa Fe Capital se pagó a $362. En algún momento del día la diferencia en esas zonas contra el MEP fue de $40 o sea que podían ganar hasta $36 mil haciendo rulo (hay que tener en cuenta que se compra al precio de venta, que es el más caro, y se revende al precio de compra, la punta más barata)”, destacó el el analista financiero y especialista en agronegocios, Salvador Vitelli.

“Tengamos en cuenta que el dólar libre terminó 2022 rezagado contra la inflación. Hoy, para igualar la inflación del año pasado, tendría que cotizar a 392 pesos. Si se lo ve en términos reales comparando con épocas de pánico como cuando el overshooting llegó a $195 en octubre de 2020, el equivalente de hoy es de más de $600. Y cuando fue la corrida de julio pasado con la asunción de Silvina Batakis que llegó a estar a $338, ese valor equivale a un dólar de hoy de $420. Con esto quiero decir que, en términos reales, al dólar le queda recorrido al alza. Por eso tienen que tener cuidado al planchar al MEP porque exacerban la demanda del libre”, advirtió.

 

En la plaza mayorista, el dólar aumentó 29 centavos a $189,68. “La devaluación de hoy equivale a una tasa de 4,88%, estamos en un promedio de 5,1% y alejándose de la tasa de Política Monetaria. Mañana (por hoy) el Indec dará el dato de inflación y el Banco Central tomará una decisión sobre la nueva tasa de Política Monetaria. El mercado espera. Seguir descalzado con la tasa por encima de la inflación hará que se lesione más el balance del Banco Central. Además, tiene el problema del blue que sigue escapándose de los alternativos y es un termómetro muy poderoso que la gestión económica no está pudiendo someter”, señaló Andrés Reschini en su informe diario.

En la plaza mayorista, con USD 196 millones negociados y la ausencia de los productores agropecuarios, el Banco Central logró comprar USD 4 millones que elevaron las reservas 9 millones a 43.402 millones. En lo que va del año, lleva comprados USD 80 millones.

El problema es que las intervenciones tienen un límite. La Bolsa de Cereales estimó que la caída productiva por la sequía haría que se perdieran USD 11,6 mil millones en exportaciones y una baja en la recaudación tributaria de más de USD 3.700 millones, aunque las nuevas estimaciones hablan de pérdidas por USD 15 mil millones.

“Todo esto ha provocado una enorme distorsión en el mercado con la soja entre lo que paga la exportación contra la soja que se puede negociar en el MALBA que produce distorsiones de hasta $20 mil por tonelada, lo que es una exageración. Estamos hablando de un mercado totalmente roto”, dijo Vitelli.

Los bonos continúan siendo el objeto del afecto de los inversores y tuvieron una fuerte subas. Títulos como el Global 42 aumentaron más de 4%. El resultado fue un derrumbe del riesgo país de 63 unidades (-3,1%) a 1.996 puntos básicos ¿Alguien se sorprendería si el riesgo estuviese por debajo de los mil puntos en los próximos días? Todos están mirando a las acciones y al dólar, pero los bonos están generando ganancias importantes y tienen camino por recorrer.

Muchos apuestan a que si se llega a la otra orilla con un Gobierno pro mercado puede aparecer refinanciación para la deuda. Por eso, si bien los bonos suben, los que apuestan a los títulos de la deuda no se juegan la vida sino un porcentaje bajo de su cartera de inversiones.

La Bolsa sigue despertando la euforia y no es percepción, es realidad. Cuando un mercado negocia $5.007 millones, el triple de lo que era una rueda habitual hace unos meses es porque hay fe en la recuperación del sector privado tras las elecciones.

Por eso el S&P Merval, el índice de las acciones líderes, aumentó 4,08% en pesos y 2,5% en dólares.

La Bolsa porteña despertó más entusiasmo que las de Nueva York. Los ADRs -certificados de tenencias de bonos que negocian en las Bolsas neoyorquinas- operaron menos que las acciones. El monto de negocios fue de $4.311 millones, cuando lo habitual es que negocien una cantidad bastante más elevada que los papeles locales. Las subas fueron abrumadoras. BBVA subió 8,1% y Grupo Financiero Galicia, 7 por ciento.

Hoy la jornada va a estar signada por el índice de inflación de diciembre. Sergio Massa, hace de este indicador su caballito de batalla. Pero ya no es un problema en soledad, ahora debe lidiar cada día con el dólar y sin resto de reservas para hacerle frente

Para el Gobierno tal vez 2022 será un año para recordar por la supremacía del peso. Vitelli hizo un cálculo: el año pasado los plazos fijos crecieron 18% por encima en términos reales, es decir por encima de la inflación. En otras palabras, se prefirió la moneda local al dólar. Fue el triunfo del “carry trade”, como se llama a apostar al peso para tomar las ganancias en dólares. Los primeros días de 2023 parecen dictar la defunción del método.

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