Renta pasiva. Cómo tener un ingreso en dólares todos los meses

La inversión en obligaciones negociables (ON) permite armar carteras con un flujo periódico de fondos

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Ordenarse y ordenar las finanzas personales desde el arranque del año es un plus de tranquilidad. Y si se le puede sumar a la estrategia la posibilidad de recibir renta pasiva periódica de las inversiones, tanto mejor, especialmente para los inversores con u perfil entre conservador y moderado.

Primero lo primero: ¿qué es la renta pasiva? Es el dinero que se recibe como resultado de una inversión, por ejemplo, el pago de intereses de un bono o también de un plazo fijo. Es dinero que potencia e incrementa el capital sin que signifique “esfuerzo” de nuestra parte. Es el dinero trabajando para nosotros.

 
Hay alternativas en pesos y en dólares, pero en esta nota la mirada está puesta en cobrar renta a mediano/largo plazo en dólares y también aprovechar la ventaja que otorga este instrumento para dolarizarse.

“Lo bueno de las ON en dólares es que se pueden comprar en el mercado local tanto en pesos como en dólares”, explica Diego Martínez Burzaco, Head of Research de Inviu. Luego tanto renta como capital se recibirán en dólares .

Esta alternativa sirve también para quienes no pueden comprar dólares ni por homebanking (dólar ahorro), ni dólares MEP (por ejemplo quienes tienen algún tipo de subsidio). Si se espera al vencimiento de cada bono, es posible haber entrado con pesos y salido en moneda extranjera sin infringir ninguna norma.

Diversificar y cobrar
Mariano Ricciardi, director de BDI Consultora, armó a pedido de LA NACION una cartera de ON para un perfil de inversor moderado. El plazo (horizonte) de inversión es de dos años y el rendimiento esperado en dólares de 10,6% medido como tasa interna de retorno (TIR), una variable en la que el precio al que se compre el activo mueve la aguja de la rentabilidad.

“Combinando cuatro ON podemos tener US$10.000 de inversión, un rendimiento anual superior al 10% y obtener renta en dólares todos los meses del año”, explica Ricciardi. La cartera está divida en partes iguales en un bono de Telecom (TLC10), dos bonos de YPF -YMCH0 y YPCU0- y uno de Mastellone Hnos (MTCG0)

Maximiliano Donzelli, head of research en IOL invertironline, también armó su propuesta. Propone una cartera diversificada con dos ON. “Para armar un portafolio que genere renta periódica pensada de manera trimestral, la mejor alternativa es posicionarse un 50% en la ON de ley local de Cresud, y otro 50% en la ON de YPF de ley extranjera”. Los tickers (los códigos que identifican a una compañía o título que cotiza en un mercado) de ambos bonos, tanto en pesos como en dólares -según sea la moneda en la que va a ingresar el inversor- son CS38O/CS38D, para la de Cresud y YMCHO/YMCHD, para la de la petrolera argentina.

“Cresud es una empresa argentina líder en el negocio agropecuario que cuenta con una antigüedad de 80 años, y tiene presencia creciente en la región a través de inversiones en Brasil, Paraguay y Bolivia”, describe Donnzelli y va un poco más profundo. “En cuanto a los aspectos financieros, destacamos la positiva evolución de las ratios de solvencia, observando claramente mejoras en cuanto a términos de endeudamiento”. El precio de referencia que se recomienda para ingresar es de 105 dólares.

Apuesta energética
La ON de YPF que recomiendan ambos analistas (YMCHO) -tanto Donzelli como Ricciardi- vence en 2026, “es de ley extranjera y se puede operar con montos bajos”, explica el especialista de IOL.

Un dato a mirar: “La ON de YPF está garantizada por las exportaciones de la empresa, ofrece a la fecha un rendimiento anual en dólares del 10,4% y un vencimiento ajustado de 2,2 años”, detalla Donzelli. El precio recomendado de entrada: 95,50 dólares.

“Esta ON está garantizada por las exportaciones de la empresa, paga cupones de manera trimestral a una tasa anual del 4% hasta el 2023, donde a partir de allí pasa a ser del 9%. Este aumento en la tasa de interés se debe a que a partir del 2023 se comienza a pagar amortizaciones de capital de manera trimestral hasta la fecha de vencimiento, lo cual reduce el riesgo del instrumento al no acumular el total del pago a vencimiento”, explica el especialista.

Sí bien la cotización del bono de YPF no está a la par de otras energéticas, “destacamos los buenos resultados financieros de la empresa junto con su saneamiento de deuda en los últimos años”, analizan desde IOL.

En promedio, la cartera tiene un rendimiento anual (TIR) del 11,95% con una duración modificada de 2,4 años y un vencimiento ajustado de 2,7 años. Lo que se destaca de esta cartera en particular es que con un monto bajo de inversión mínima (aproximadamente US$190) el inversor logra posicionarse en activos de renta fija para generar intereses y rendimientos superiores a las estimaciones de inflación.

A su vez, esta cartera ofrece una parte en ley extranjera, lo cual reduce el riesgo contra otras carteras pasadas que se sugirieron, donde la totalidad de la cartera estaba compuesta por ON de ley local. Dado los pagos de amortización de la YMCHO se genera un flujo interesante donde se cobran cupones todos los trimestres.

Un escalón más
Para un perfil que no le teme a asumir un poco más de riesgo en busca de mayores retornos, Ricciardi deja otra sugerencia. “Combinando cuatro ON de YPF, podemos obtener con US$10.000 de inversión, un rendimiento anual superior al 16% y cobrar renta en dólares los meses 1-2-4-5-7-8-10- y 11″ La duración aproximada es de 2,7 años.

“Esta cartera está compuesta por US$3000 en la ON de la petrolera, YCA60; otros US$3000 en YMCI0 y US$2000 en cada uno de estos bonos de YPF: YMCH0 y YPCU0″. En la mayoría de estas ON se puede invertir desde un mínimo de US$1000.

Un tip importante que deja Martínez Burzaco, de Inviu, para quienes quieran invertir en deuda corporativa “es prestar atención a la calidad crediticia de la empresa: si es una buena pagadora o no, cómo funcionó su track record en el tiempo pasado”.

Asesoramiento profesional
Siempre es importante tomar decisiones de inversión basadas en fundamentos y para eso recurrir al asesor matriculado que ofrezca cada broker es una buena idea.

En ese sentido razona Donzelli respecto de, por ejemplo, el bono de YPF. “Entendemos que la cotización se encuentra golpeada por riesgo local que no necesariamente refleja el estado de la empresa nacional. A su vez, el 24 de octubre la calificadora de riesgo Fitch aumentó la calificación de la empresa de AAA a AA+, siendo así la quinta empresa del país en obtener la máxima calificación de la agencia”.

Para cada perfil hay una oportunidad, dejar el dinero quieto es perder la posibilidad de hacer interés compuesto -reinvirtiendo los pagos de renta- y acelerando el crecimiento patrimonial.

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